El fin de este blog es promover, promocionar, difundir, compartir y exponer las diversas formas del arte, principalmente la literatura en español de autores clásicos y contemporáneos, los conocidos y los menos mediáticos, incluso los inéditos, tratando con esto de llegar a un diálogo entre escritores y lectores que ponga una piedra en el complejo proceso de transformación socio-cultural que necesita nuestra población latinoamericana para lograr un mejor vivir.
SI UNA NOCHE CUALQUIERA
ME ENCUENTRAN MUERTO EN UNA CALLE Si una noche cualquiera me encuentran muerto en una
/calle
y ven mi boca repleta de insectos rabiosos
trabajando en mi lengua,
no me sufran:
habrá sucedido que caí antes de escuchar el balbuceo
/de mi hijo
hecho una lluvia de madres desnudas sobre mi corazón
con sus manos alzadas como nubes.
piensen en mi y recuérdenme cantando
o recuerden mis pasos detenidos junto a un piano
cuando hablaba de mi madre
bella y triste como un –árbol
como una huella de pájaros.
si sienten mi hedor una mañana
y deben evitarlo huyendo de mi carne
con las manos acariciando el rincón de sus caras,
sepan que lo entiendo
e imagínenme en
los días felices de mi cuerpo sólo
/playa
y no sientan mi podredumbre como aviso de los dioses
y no vean en el pétalo fucsia de mi sangre
la reinvención de un cielo de gaviotas o del llanto.
amigos, mis amigos
si ven que he muerto en la entrada de una calle
seguramente vestido de azul hasta en las uñas
y sonriendo acaso revestido de cenizas como un ángel,
piensen que he vivido, recuerden la joven figura ebria
/de los patios
mis 23 años que levanté danzando
mi público sueño de eco de agua que se pierde
y no me lloren, no me giman siquiera:
pienso que detendrán el sol que tendré entonces
en mitad del pecho
persistiendo tercamente en la última calle de esa tarde sobre la tierra.
Julio Daniel Chaparro fue un poeta y periodista colombiano asesinado el miércoles 24 de Abril de 1991, junto al reportero gráfico Jorge Enrique Torres, en el municipio de Segovia, departamento de Antioquia, cuando los dos se encontraban adelantando una investigación la cual contribuiría a enriquecer una serie de reportajes titulados "Lo que la muerte se llevó". Este caso aún sigue en la impunidad. Artículo sobre Julio Daniel Chaparro
Vaya lugar para una cita de amor.
Aquellos que acordaron el reencuentro
en la Avenida Helen Keller
en el cruce de la calle15,
a las cinco de la tarde, hora de Lisboa,
jamás se encontraron.
Cruzaron tan cerca que no se vieron.
Tropezaron con el viento frío
que venía de ese muelle
donde Fernando y los otros
huyeron como niebla.
La rosa, la misma rosa de Keller,
en las manos de estos amantes,
afilaba sus espinas,
justo cuando el día
auguraba la hora ciega
del olvido.
Montserrat imaginario
El demonio llegó de nuevo
se le está volviendo costumbre.
Cuando menos piense me va a empezar
a dictar versos, y ahí gritaré: ahora si me enloquecí.
Me enloquecí cuando me - encerra...ron
cuando me interrumpieron las visitas
aduciendo exceso de cordura.
Yo sólo respondí: el miedo a sentir
es el mismo pavor de versa.
Y es que siento con las manos,
con las letras que ellas salen.
Llamas que fueron y que
trato no olvidar.
Y uno sigue con la vida
otro paseo al que también convocan
repitiendo versos como estos:
Uno no se enloquece
a uno lo enloquecen
por eso hay que fijarse
muy bien en los labios que lo nombran.
Invitación o tentación repentina abierta en lo hondo.
Urgencia definitiva e instantánea
de entender como un triunfo la inmediatez del cuerpo,
los sentidos, cuando lo irremediable continúa
y cualquiera de los rostros avanzando al vacío,
— es el nuestro.
Pedro
Arturo Estrada Nacido en
Girardota, Antioquia, en 1956, ha publicado los libros: Poemas en blanco y
negro (Editorial Universidad de Antioquia, 1994); Fatum (Colección
Autores Antioqueños, 2000); Oscura edad y otros poemas(Universidad
Nacional de Colombia, 2006) y Suma del tiempo (Universidad
Externado de Colombia, 2009). Próximos a editar: Des/historias y Poemas
de Otra/parte. Es además, narrador, ensayista y coordinador de
talleres literarios. Premio nacional Ciro Mendía en 2004 y Sueños
de Luciano Pulgar en 2007. Hizo parte de las revistas poéticas Maya, Fuegos y
fue miembro de la Casa de Poesía Porfirio Barba Jacob durante
algunos años. Ha participado con el Festival Internacional de Poesía de
Medellín en 1995 y 2005. "Sus poemas, en los cuales aflora el
vacío existencial, la desesperanza, la muerte, el desamor y la soledad, han
sido recogidos parcialmente en diferentes revistas, periódicos y antologías del
país y del exterior.
"With the birds I’ll share
This lonely view"
Red Hot Chili Peppers
¿Quién despierta al primer pájaro del día?
¿Qué luz secreta enciende el canto en esa hora,
cuando todo es aún incertidumbre?
Cada instante nace de la voz que lo reclama.
Igual el alba perfila su horizonte,
define su extensión,
impone sus lindes a la sombra.
El silencio sería entonces suficiente
(bastaría con callar, cerrar el pico
y quedarnos a la espera como nunca)
para aplazar así el arribo de límites concretos.
Mas cada día repite a ciegas su tonada:
La luz es un tizón,
el árbol ha aprendido la plegaria.
Mientras la calle se afana de ver cuerpos
tendidos que se quitaron el rostro,
el pulso se remojo en el café
y la mano del poeta humeante
escribió en el ombligo de las ultimas conversaciones.
Las palabras convalecientes
se escribieron con los ojos vendados
y la imaginación amputada,
¡y el vino!,
el vino se regó en el piso
para brindar con el vacío.
Las moscas habitaron,
lo vieron todo,
fueron sus noches,
fue su festín,
ellas limpiaron sus alas
y revolotearon lo que duro el agasajo.
Y el poeta,
él rasguño todas las horas,
la madera
y las ropas raídas,
se lamentó de lo incomprensible
al ver su poema hecho trizas,
ahora camina con los ojos vendados
y sus manos gastadas
que ahora escriben epitafios.
HOMBRES SOLOS AGONIZAN FRENTE AL PERIÓDICO Hombres solos
toman café y hojean periódicos
en plazas desiertas de un país
a medio nacer
o a medio morir.
Solos
alargan sus vidas cada mañana:
la charla inútil en el parque,
los sueños apostados en la mesa de juego,
una muerte espesa de visita, un ejércitode polillas devorando trajes en el desván.
Hombres solos
agonizan frente al periódico
bajo árboles sembrados en la memoria.
SOMBRAS
Alguien lastima
la imagen del mundo
abriendo ventanas,
corriendo rejas,
gritando incoherencias.
Aturdido por los insomnes sucesos
me acurruco tras la luna,
ella me esconde
en sus acrobáticas sombras.
Ruidos,
Cuando es joven cree que puede echar la casa por la ventana. eso me pasó con la gorda y desde el primer momento le empecé a cortejar.
Me has hecho recordar a mi bien amada Janis Joplin, le dije; y era verdad, desde que empezó a cantar se convirtió en la atracción de la fiesta. Su voz alcanzaba registros insospechados, era evidente que podía interpretar a cualquier reina del blues o del jazz. Pero como me dijo luego: de algo hay que vivir hijo. Y eso era cantando bossa nova.
El sudor corría por su frente, y antes de terminar la quinta o sexta canción parecía un Buda envuelto en una túnica mojada.
Yo me había colocado frente al escenario y aplaudía rabiosamente cada interpretación. Me imaginaba a la gorda desnuda haciendo todos esos gestos. Pero realmente se fijó en mi cuando le ofrecí mi pañuelo para que secara su rostro.
Cantaba con los ojos cerrados, y mientras con una mano sostenía el micrófono con la otra se tapaba el oído derecho. Así, era un biombo humano detrás del cual se escondían la batería y el baterista. Me imaginaba subido en la inmensidad de su carne con mi tallo templado tratando de alcanzar su lujuria.
Al terminar el show se despidió de la banda y se sentó conmigo en la barra. Hablamos y brindamos por todas las causas perdidas. Estaba encantada, y pienso que desde el principio sabía lo que yo quería, por eso cuando salimos de la fiesta y tomamos un taxi me advirtió: Vamos a mi casa pero nada de sexo porque hoy estoy muy loca.
ELLAS
Por aquí por estos lados donde transita
Mi soledad
No encuentro con quien conjurar la magia
De mi canto
No está Lulú no están Francisca ni Salomé
No están las angustiadas filisteas
No hay una Dalila que irrumpa en mí
Aposento
Con sensualidad y sangrienta
Crueldad
Sólo golpean a mi puerta Marías
Que sirven de botín a esta gula
Carmen mi gitana
morada antigua
yo vengo de una estirpe de mujeres solas
eficaces
inembargables
derrotadas antes de nacer
por la muerte
siempre guardadas
como semillas que arrastra el viento
entregadas al sacrificio de la vida
sin un futuro ni un presente
sin vástagos que las resguarden
aprendidas en soledad
ellas mismas amamantándose
haciendo de cada día una victoria estéril
mujeres que hablan desde muy lejos
ahogadas en su torpeza y en la bruma del deseo
mujeres solas que arruinaron sus manos en el oficio duroque le entregaron las prendas blancas y perdieron sus días entre toses y dolores de pecho
conociendo todo de la pobreza
administrando los silencios y el alimento diario
entrando en las jornadas
con un dolor irremediable
estirpe sin grandes ambiciones
dulces mujeres que amaron sin respuesta
y fueron una tras otra
mano con mano
fundando la cadena del desamparo
ALDEMAR GONZÁLEZ
GONZÁLEZ (Bogotá, D.C. 1975). Poeta y músico. Es autor de los poemarios: Retrato Hablado de la Muerte, La Ruta del
Extravío, Los Años Anegados, Autopsia, La Ascendente Presencia, y coautor de
publicaciones como: Las Voces del Río (2004),
Libando la Palabra (2007), Versos en la Esquina de la Ceguera (2007),
La Poesía Está en la Calle (Encuentro de
Saberes Urbanos, 2009), 50 Poetas
Colombianos y una Antología (Editorial Caza de Libros, Ibagué, 2010), y El Rayo que No Cesa (Antología Poética,
Editorial Cuervo de Papel, Bogotá, 2013), entre otras. Gestor Cultural.
Miembro y cofundador en el año 2000, de la Sociedad
del Poema en Emergencia, en la Universidad Distrital Francisco José de
Caldas. Combina la Pedagogía Musical con el espacio de poesía: Palabras de Abismo, que busca promover
dentro y fuera de Bogotá, la obra de poetas inéditos y las más reflexivas voces
de la actual poesía en Colombia. Artículos y poemas suyos aparecen en revistas
especializadas. aggpedestre30@hotmail.com
GALERÍA DE ESPANTO
¿Y ahora con cuál cárcel huir?
¿Con qué tiempo puntualizar lo propicio?
¿Con cuánta piel nombrar si quiera una /desnudez?
¿Con cuál verdad morir?
¿Con cuál país dejar de ser exilio?
¿Con cuánta hambre sanar nuestra despensa?
¿Con qué ausencia mirarnos?
¿Con qué distancia medirnos?
¿Con cuál angustia hacer el nudo en la soga?
¿Con cual soledad al fin comprender las /presencias?
¿Con cuál muerte sabremos responder?
Una mujer escribe mientras
Una mujer escribe mientras
el mundo se abre como una naranja
que cayera
la mujer escribe y mira
hacia el patio, ve los primeros higos
y deja todo y alegre
toma el morado fruto envenenado.
Sube y baja el arriba y el abajo
Que se venga abajo la carpa del circo y el desperdicio
la risa plástica y estudiada en el espejo
las palabras repetidas
las preguntas de rutina y la rutina sin preguntas
abajo la serpiente y la serpentina sin fiesta
abajo las fiestas de despedida y los despedidos
abajo el abajo y el arriba
abajo la jerarquía y el respeto a los mayores
arriba el respeto a los grandes de la verdad
arriba el ser uno mismo
arriba la parodia personal ridiculizante
abajo los propios ojos externos que nos bloquean
arriba las auténticas palabras de cada uno
abajo la convicción y los conventos
arriba las monjas tomadas de la mano
con sus hábitos de sombrero
arriba el ser humano que fluye
abajo el vestido de ocasión
y las ocasiones que precisan vestidos
arriba la experiencia del amor
arriba el ejercicio diario del amor
el de contemplar al otro como uno mismo
arriba quien salva a la humanidad con una sonrisa
arriba quien ríe y saluda con las manos sucias
abajo quien saluda apretando las manos hasta el /dolor
abajo las intensiones de control absoluto
abajo la pérdida de libertad absoluta
arriba el arte encarnizado en bellos espíritus
arriba mis amigos que son arte
arriba el arte que es amigo
arriba de vez en cuando el abajo.
Canción Blowin in the wind, del músico, poeta y cantante estadounidense Bob Dylan.
NOTA: Se dice que Robert Zimmerman tomó su nombre artístico (Bob Dylan) por la profunda admiración que tenía hacia el poeta, cuentista y dramaturgo galés Dylan Thomas.
Frases rotas I
Me convenzo de que la vida es sueño
Por esperanza mas que por convicción
Y huir al miedo,
A lo sucesivo,
Al hastío y a los días.
La vida es sueño,
No porque lo sea
Por aire.
Volar
Vivimos atrapados y no encontramos escapatoria
infectados de codicia en este mundo que se odia
donde quedaron aquellos que lucharon
pasaron a formar solo parte de la historia
y el pasado nos habla de involución
que hemos sufrido a causa de la alineación
que corrompe nuestra alma y nuestra mente
y si piensas en voz alta ya te consideran diferente
basta ya de diferencias tan absurdas
creamos los barrotes para esta jaula y nunca
te van a preguntar por lo que sientes en cada /instante
no se valora lo que tengo que contarte
y que mas dará, que se oculten con máscaras
es el miedo que sentís si no salís de la cáscara
donde vivís encerrados, donde vivís encerrados
y no salemos por el miedo que sentimos
las diferencias creadas hacen que tengamos /miedo
nos lo ponen de un color bastante negro
yo hago que reviva ese color tan apagado
hago que resurja la esperanza de nuevo
en el brillo de los ojos de un niño ilusionado
la esperanza da vida a un planeta muerto
tan inhóspito y tan frío por dentro
pero no dejes que mueran los sueños
los únicos capaces de levantar el vuelo
a ese pájaro sin alas, pero con ganas de volar
abrámosle la jaula, hay que dejarlo escapar
y que recorra el sendero que a la libertad lleva
vuela libre, vuela pájaro, antes de que "ellos" /vuelvan
Arte poética
Hoy no me preocupa el verso perfecto.
Hoy quiero escribir simplemente
como quien oficia un rito
para alejar un maleficio.
Hoy no me preocupa la gramática.
A estas alturas cuando ya uno
es de ninguna parte
todas esas cosas poco importan.
No es la voluntad
la que escribe sino la frustración.
Hoy no me preocupa
el destino de estos versos
con los que me traiciono
y firmo con nombre vulgar.
Canción Baby Blue Sedan de la banda estadounidense Modest Mouse.
Nota: El nombre de la banda proviene de la frase "modest, mouse coloured people" que Isaac, guitarrista y letrista de la banda, encontró en el cuento The Mark on the Wall de Virginia Woolf. Esta frase en español dice: "gente modesta de color ratón", con la cual Woolf se refiere a la clase media trabajadora.
Cuerpo Lisiado
Ahora que los primeros vendajes del otoño
pretenden disimular las heridas y fracturas
que aquejan a la mitad de los varones de mi ciudad
víctimas ingenuas de la crueldad de tu belleza
tu cuerpo cobijado bajo un cielo de flores ortopédicas
es algo tan absurdo y molesto
que podría darme igual cantar a la migraña
o exhibir la magulladura que olvidó tu nombre
con la insistencia de una afilada navaja.
Pero me resisto:
canto al hospital donde paseo mientras escampa
con fervor anoto esto en un cuaderno
para no olvidarlo nunca
para que jamás me alcance la neuralgia
para ser un hombre inmune ante la peste
sobre todo aquella que agravia los mecanismos del corazón.
No moriré
y tu algún día podrás oír la canción
que de cuenta de toda esta durísima convalecencia
Orietta Lozano es una poeta y novelista colombiana nacida en Cali en 1956. Es directora de la Biblioteca del Centenario de la ciudad de Cali donde ha desarrollado una importante gestión.
Obtuvo el Premio Nacional de Poesía 1986 por su libro El vampiro esperado y ganó además el concurso Mejor poema erótico colombiano. Entre sus publicaciones se destacan: Fuego secreto (1980), Poesía para amantes, Memoria de los espejos (1983), El vampiro esperado y Agua ebria, han sido traducidos al francés.
PENSAMIENTO
Vengo del silencio,
mis ojos se secaron como el agua de hace siglos,
me lancé al vértigo de lo extraño y accesible,
al final fantástico, al comienzo.
Senté a la muerte en mi silla paralela,
nos miramos y supimos que estábamos perdidas,
supimos de la cita misteriosa,
todo lugar era el exacto, cualquier hora la /precisa.
Los hombres la miraban como una doncella
condenada,
la contemplaban indecisos, la injuriaban,
y ella la de tantas muertes, se protegía el rostro
con mis manos,
ella siempre supo de mi sueño,
que la buscaba a lo largo de un pasillo,
en lo oscuro de una cueva,
en la geometría de las casas;
y con el miedo de una niña pálida
que acude a su primera cita, a su primera muerte,
se aposentó en mi regazo suavemente,
buscando para su juego
el final fantástico, el comienzo.
A este triste animal que me soporta...
A este triste animal que me soporta
le duele el vuelo de mi espíritu,
la sagacidad de mi garganta
que huye de la soga,
la escueta salud de mis microbios,
el juego lúgubre de mi carne.
La recolecta está hecha,
la oreja de Van Gogh, para un poema
de agua y de dolor,
un rayo de sol para mi ombligo.
Todos me dieron la palabra
plena de sutiles formas,
todos me dieron el ayuno pleno de sus bocas,
ahora, mis brazos fatigados
recogen las flores funerarias
esparcidas en mi alcoba.
Amo en ti lo que en otros...
Amo en ti lo que en otros
hubiera despreciado:
tus pasos algo tardos,
tus pies casi pesados;
tu cabeza inclinada hacia la frente;
tu madurez,
y tu cansancio.
Amo el gesto de tus labios,
tus sonrisas,
trago a trago.
Tu traje también lo amo:
es tu presencia;
sus arrugas son la marca
de tus luchas.
Tus zapatos son un signo de mi espera,
cuando van tristemente hacia tus calles.
¿Por qué tienes
las manos desatadas?
¿Quieres llevar la frente levantada
y estar firme,
y regresar a tu voz
hoy, y mañana,
con la misma palabra
decantada?
Te hallarías
inundado de fango,
enturbiadas tus manos,
y los hombros
agobiados de pronto por un peso
acerbo
tan intenso
que te arrastraría encadenado hacia los años
venideros.
Un sabor cáustico de acíbar
purifica mis labios.
Tengo envenenada la garganta.
Gritaría con rabia,
tumbaría mis puertas, mis techos, mis aldabas,
destruiría sin conciencia mi casa y tu casa,
para romper las ataduras
de tu alianza.
Pero sería la derrota de lo que vale adentro,
y estarías
empequeñecido por ti frente a tus ojos,
débil para la lucha de los odios
no tan grande, no tan fiero, no tan alto,
cuando tu cruz se levante
sobre el altar de tus años.
Despojada
Dónde despertar, en qué momento,
lo inmediato duele, quema,
explota bruscamente entre mis cejas.
La búsqueda se ha perdido,
el tiempo cayó goteando por tus ojos
todo crimen quedó estático en mis sienes,
yo me hundo en cada flor como la abeja
y ningún fruto se perfila.
Me he despojado de todo encuentro,
sobre mi hombro se posa el pájaro del silencio
y a veces, sólo a veces, la carcajada del delirio,
viene a perforar los huesos a mi hastío.
Estallido
El poema estaba por salir
pero las rejas milimétricas, las rejas metafísicas
las nerviosas rejas
lo sostenían en el lado horizontal de la memoria .
... El estallido se produce,
la línea horizontal deviene multitud de líneas
y el poema baja hasta la más tranquila hoja.
Palabras lejanas
A Alejandro Pluma
Soy la antigua amiga de la correspondencia lejana
de cartas delirantes enredadas en los sueños.
Apenas te acordarás de las secretas frases
entre sedas vaporosas que vestía la curva de mi vientre.
y hoy cuando el sol ha bajado hasta los árboles
y los pájaros circundan la autopista
te imagino tan duro y tan flexible
entre los fragmentos dejados por mis dedos.
Yo, la que te enviaba las estrellas entrega inmediata
y con fugitivo aire de poeta
merodeaba el correo y al librero de cabellos blancos.
Yo, a quien después de tanto conoces poco,
he dejado mi vocación de errante,
mis secretas corrientes de aire
por donde escapaba mi soledad.
Te conozco allí donde pareces más lejano
en la transparencia de tu sonido.
Pobre poeta malhumorado de largas barbas,
¿vendrán tus palabras a dispersar mi angustia?
Yo, la que intentaba en tediosas noches
dejar mi rostro en fugaces cuerpos
para quedarme sola con el agua y los espejos,
me miro ahora en la palabra de tu carta más amada,
y esta vez no habrá intentos de suicidios
a cambio de tu fruta indescifrable.
Sólo destellos de silencio.
Poema agonizante
Déjame agonizar en el centro de tu carne.
Delgada casi etérea aparezco
como en una sesión de espiritistas
para translucir mi pesadilla.
He terminado mi ronda, entre purpúreas vasijas
oxidando mi garganta, recogiendo el vuelo de los pájaros,