12/22/2012

Camila Charry Noriega






Camila Charry Noriega nació en Bogotá, Colombia. Es Profesional en Estudios Literarios y trabaja como profesora de Literatura. Tiene publicados los libros de poesía: Detrás de la bruma (2012), editado por la Fundación Común Presencia, Colección Los conjurados; El día de hoy (2013), editado por Garcín Editores y Otros ojos, edición de El ángel editor (2014). Sus poemas y reseñas han aparecido en diversas revistas y magazines del país y el exterior, siendo algunos de sus poemas traducidos al inglés y al francés. Hace parte de importantes antologías de poesía y ha participado en festivales y recitales de poesía en su país y fuera del mismo.



Poemas del libro El día de hoy Garcín Ediciones, Colombia.

1.

Era por estar vivos
que nos desnudábamos
y reconocíamos
la furia en la espesura de la noche
y era
por este apego a la carne
que día tras día
las manos quemadas por tanto sueño
arrancaban de las espinas
la luz roja de la tarde



4.

A la noche dejo mis ojos
como dos erizos boca abajo.
 Adentro,
el agua que llenó mi cuerpo
es sólo otra palabra
por la que resbalo
ribera abajo
sin deseo ya de tierra
de piel.
Sin deseo.



7.

Cuando al fin
los perros se callen y tras la puerta
 el eco de la noche
 repita mi nombre, repita mi nombre
 hasta el amanecer
me habré reconciliado
con cada una de las apariciones
que la memoria trae impasible.



9.

No es que siempre sea la tristeza
es que el mundo, sus intentos,
se descomponen
 cada mañana
cuando al fin creemos
haber ganado la otra orilla.



…mas yo creo en soles, nieves, árboles,
en la mariposa blanca sobre una rosa roja,
en la hierba que ondula y en el día que muere…
Jorge Gaitán Durán

18.

 Aunque nadie me explica
de dónde viene el viento,
de dónde el agua inoportuna
de la tormenta que acabó mi pueblo,
yo sigo creyendo
en la mirada simple de todo lo que existe
y sufre y habla
aunque tenga una extraña voz.





Del libro Detrás de la bruma. Edición Común Presencia. Colección Los conjurados.




Lenguaje

En esta hondura que es mi cuerpo
laten el agua    el miedo
el goce de mirar tus ojos
calmos
limpios
como cualquier palabra
muerta.




Señales

Llueve sin afán
el día huele a ti;
atento
mi corazón palpita y desconfía
sabe
que a pesar de todas las señales
jamás vas a volver.




Secretos

Yo guardo secretos, madre,
que me matan
esta fugacidad
es una manera de nombrarlos:
tanto deseo de todo

y la nada ya tan dentro.




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