12/31/2014

Cristian Avellaneda




CRISTIAN AVELLANEDA QUINTERO, conocido en el submundo como Desertor, nació en Bogotá, en 1992. Adelanta estudios en la Universidad Nacional de Colombia y hace parte de diferentes colectivos poéticos autogestivos y sugestivos de la capital colombiana. Actualmente trabaja en su primer poemario Canciones tristes para amores sucios. Su canto a la desesperanza alcanza un patetismo inédito hasta ahora en la poesía escatológica; De su obra no se espera más que un fracaso tan ruidoso y silente como la vida misma.





Perros abatidos

"Si viera un perro muerto me moriría de orfandad 
pensando en la caricias que recibió" A.P


Hoy, Pequeña de las dudas infinitas.
Mi canto de leproso que te nombra
No aguarda en el destierro, ni la sombra,
Con mi mirada muerta moscovita.

Son tus revoluciones inauditas
Ofensas al viento triste que se asombra
Traicionado por el canto de la alondra
Cuando mi soneto sucio me vomitas.
 

Vuestras manos vacías son victoria,
Saudade de mil versos malnacidos.
Adiós, beso de grieta acusatoria.

Hoy, pequeña de labios heridos
Dejo nuestra mediocre narratoria;
Argumento de perros abatidos.



.OrI.





Absenta

25 de abril de 2013 a la(s) 23:49


Derrama ese trago de absenta, en mi herida
Que cuando se quiere olvidar la senda
Hasta  la prohibición está prohibida
Apaga esa colilla, en mi corazón
Que es un cenicero
Un útero
Un crisol nublado
El amor mal conjurado
No hay por qué dudar
Cuando le apruebo la melancolía
Y le beso la partida
Pero antes, escriba su adiós
con la misma lengua muerta
En que subtitulo mi vida.
Luego de eso. Mi amor, no olvide…
                                                      por allá está la salida.
                              

   -OrI-






Canciones tristes para amores sucios

21 de septiembre de 2012 a la(s) 20:53


Eres el ajedrez que juego
Para coronarte dama turbada,
Ciertamente hoy te revolcarás en mi cama,
No me pidas que te nombre Amada,
No me pidas que te nombre amada.

              ¿Quieres masturbarte, quieres marihuana?

Eres el acertijo que me resuelve,
Eres la tinta que recorre mi jodida piel,
La mirada tan corrida de rímel
Que me envuelve
En ella la hiel, la locura, el incendio.

Mucho gusto,
Escucha bien mi nombre
Porque lo aullarás hasta mañana.
El corrido esta noche soy yo;
Continúa mirándome así putita
Y no quedará sinapsis sin follar
En este kamasutra neuronal.

Ahora tu entrepierna llueve
Mientras la agredo, con verbal violencia
Mi sed hoy te sentencia
A no dejar de morder la almohada,
A mojarte hasta perder tú esencia
Y

Borrarte de la mente cualquier ausencia.
Esta noche te voy a dar hasta reventarte los ovarios
Mañana no tendremos comentarios
Seguiremos siendo dos personas rotas
Dos jodidísimos extraños.

              A la mierda el amor,
                           Que sea un simple género literario.

                                           OrI


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