Deshora # III
Serpentea el arroyo sobre la noche oscura
mientras el eco de la piedra deja pasar la memoria sobre su
piel tranquila
Una precipitación de furias y aciertos que desvela el ruido
como unos ojos abiertos sobre la tierra
como un verbo transitivo que se resguarda en los rincones
como un refugio del silencio entre laberintos intuitivos
como un periodo de certezas y soledades imposibles
como una voz que se lamenta y deja ver la pupila de los
objetos
como un acierto de ritmos sostenidos
que se desangran sobre un marco tembloroso
mientras la voz de la nostalgia se llena de guerras y de
cartas
y nuestro cuerpo se trenza de bocas mordidas y labios rotos
El cielo es una palabra que nos pertenece
mientras mi alma se derrama sobre la carne extendida
y tú decides cerrar los ojos para no verte.
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