Camino I
Perdido en el arduo placer de la vida
sin más comida que nuestro ayer
sentados en la cuneta del remordimiento
con una maleta llena de harapientos sueños
y un traje de mañana esperanzador.
Vemos el espectáculo del decaer de este ser
moderno
que ya desde el vientre nace muerto.
Sonámbulos de quehaceres, vamos todos,
puesta a punto la mirada en horizontes
impropios
raída la conciencia de tanto soñar vanos
pesares
en medio de lo que puede creerse ser tu vida.
La mirada perdida en el tiempo y un corazón
que de latir ya está cansado,
sólo el vacío nos espera
el agonizante sonido de la soledad es nuestro
único destino
sueños rotos alas muertas.
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