CEREMONIAS DE AMOR Y MUERTE
Alfa
Soy lo que sucede entre tus piernas. No son los héroes
quienes incendian las ciudades que acudirán al azar y se repartirán el botín
que reserva la suerte a los que vencen. El que escribe la hazaña/ el que añade
tinieblas a la imagen posible del canto gozará de tu cuerpo sobre esta
sepultura. Y al escribir la gesta, resuenan las trompetas y llueven polvos
amarillos. Nuestros miembros adquieren los colores del miedo.
Gamma
En mi sexo, un cernícalo herido que en medio de su vuelo
deja escapar un llanto descarado para la fácil nostalgia. En mi cielo, un
pantano de aguas temerosas y entre sus ondas, siete astros que aligeran la
maleza. Veo siete veces el cadáver de la bestia aun cuando sostengo en mi mano
tu quijada. Siete desfiladeros testigos de la mutilación del nombre. Y en mi
cráneo, una fiesta de insectos. La crepitación de los lugares donde se alojan
tus íconos. Y tus imágenes. Y tu voz.
Omega
Veo un gamo a través de mis persianas. Un gamo que retoza
entre tus brazos y que me hace estar seguro de que lloverá antes de Hoy. Y una
diminuta muerte, con su canto biselado, levanta vueltas. Acecha con una reyerta
diseminada.
En los arenales de la memoria, el gamo desea la frescura del
helecho. Su marcha sepia desciende como cadena de negruras. Y el follaje es
escaso. Y baja es la Edad del Germen Verde que brota de la tierra.
Lejano el propósito de la pastura. Y en el sueño, se ha
investido una asamblea de cigarras. Parece que solo se ha aplazado el instante
para hundir el rostro en el Placer. Pero el mundo danza. Y hay un gamo que está
lejos de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario