Diana Carolina Daza Astudillo. Bogotá-
Colombia 1980. Redactora creativa y gestora de proyectos culturales y
editoriales. Textos suyos han sido publicados en revistas de creación literaria
y suplementos de Colombia, Ecuador, Chile, Venezuela y México. Ha participado en encuentros de
poesía en Colombia y Ecuador. En el 2003 publicó con la colección AQUÍ ESTAMOS
DECENA, el poemario el abrazo de los días grises y en el 2010 participó en la
publicación colectiva Domingo, vendedor de globos con el laboratorio de
escritura de las américas. Actualmente dirige el proyecto editorial Piedra de Toque. Acaba de publicar su poemario El
nacimiento de la Gargoelana.
La Singer
La vieja Singer
vencida por en el frió que envuelve la casa
vencida por en el frió que envuelve la casa
olvido contar historias,
ya nadie cree que su pedal es un barco
ni su rueda un timón que dirige los sueños.
ya nadie cree que su pedal es un barco
ni su rueda un timón que dirige los sueños.
Sus dedos de aguja ya
no cosen la fatiga
de
andar un día tras otro
los uniformes para el colegio
los manteles de navidad
el dobladillo del pantalón
el vestido de domingo de la muñeca.
los uniformes para el colegio
los manteles de navidad
el dobladillo del pantalón
el vestido de domingo de la muñeca.
Ya nadie escarba entre sus cajones
buscando el hilo que remiende
las telas
que cubren el paisaje
de una generación de pequeños animales
mezcla entre panteras, pájaros y hormigas
con corazón de ballena azul.
La vieja Singer
dejó de respirar
el polvo del abandono
dejó de respirar
el polvo del abandono
estancado en la
garganta
le
cerró las puertas a la emoción
ahora, como otro herido mueble más
decora la soledad de la casa.
decora la soledad de la casa.
Soy ese silencio
Soy el silencio de luciérnagas y rio
que
mis abuelos sembraron en mi sangre
las cicatrices de su desesperanza
se abren como orquídeas en mis sueños.
Soy su silencio de montañas y mariposas
esas mañanas de cosechas de frutas
esperando el beso de los buenos días
esas tardes de siestas sagradas
sus manos tejiendo la lana
moliendo el maíz
mezclando
el cemento
limpiando el barro de las botas
resaca del invierno.
Soy sus noches desnudas frente a dios
sus pasos rasguñando la madera en las
madrugadas
soy su silencio abrazando una fruta rota
por el egoísmo de los pájaros.
Soy su silencio
habito sus secretos,
último suspiro de su despedida
soy el eco de sus luchas
cavando un hueco en estás páginas
en esta vida,
para sembrar su entrega
esperando que un día,
las raíces de su amor en mí,
empujen mis pasos
cuando
ya no sienta ganas de seguir andando.
Entrevistas realizada a Diana Carolina Daza en el año 2008.
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