1/15/2015

Michael Benitez Ortiz



Michael Benitez Ortiz (Bogotá, 1991). “A los 15 años Judas Priest le salvó la vida a cambio de podrirle el alma. Colombia perdió un ladrón y ganó un poeta. Escribe ebrio, de noche, como tocando guitarra”. Así se describe Michael, autor de un libro de poemas: Papeles para leer en el retrete (Ediciones Con tinta ebria. Bogotá, 2014)  y de uno de cuentos titulado Bogotrash, con el cual ganó el Concurso Internacional de Narrativa Palabra Sin Frontera, en Argentina (2014). Es estudiante de Licenciatura en educación básica con énfasis en Ciencias Sociales. Obtuvo el primer puesto en el concurso de poesía del Festival de las Artes, Rafael Uribe Uribe, Bogotá (2011); mención en el concurso crónica UY Festival, Bogotá (2012), y el tercer puesto del concurso de poesía organizado por el grupo literario Poeta Osvaldo Ulloa, en Chile (2012).


Los poemas que presentamos acontinuación pertenecen al libro Papeles para leer en el retrete.







Indigencia


Dicen
Que se la pasa leyendo papeles que recupera de la 
/basura de los manicomios
Y escribiendo con tinta trasparente,
Que se emborracha de noche
—No por la noche—
Y que le gusta bien fría.

También dicen
Que trabaja en un sueño —o mejor— en una 
/pesadilla
Y que dios —en persona—lo coronó con aureola de 
/ateo.

Eso dicen
De mi amigo
Que escogió
Como costal
La poesía.





Pesadilla viva

(ANTÍ-TESIS ONÍRICA)


      En los sueños los árboles son personas. Los poemas papel y las noches teorías. En los sueños el mundo gira sobre una cabeza decapitada. Las monedas son balas perdidas. Los bancos son de sangre con sida. En las iglesias los niños se masturban con imágenes de africanos disecados. Los padres se acuestan tarde, metiendo dulces en las vaginas de sus hijas. En los sueños, las cosas son como son.






Arte poética


Entre
Palabra y palabra
Habita
El silencio
Que escribe
El poema.





Bogotá

Un bus ebrio subiendo Lomas.
Una puñalada en las entrañas de la noche.
Un beso, a escondidas, entre dos policías.
Ambulancias locas tres dos uno ya.
Crimen organizado jaque mate.
Perros vagabundos orinando tras las sombras de un asesinato.
Niño pidiendo limosna, cicatriz afilada apuntando al cuello.
Otro joven fumando bazuco en las pesadillas de su madre.
Atraco al medio día devuélvame la simcard.
Una violación a punta de condón usado.
El bus ebrio cayendo de espaldas al mundo.
Es igual de fácil encontrarse una moneda a una bala perdida.
Una oveja con ruana y gafas negras se seca las gotas de sol a media 
/noche.
Hombres que todos los días juegan a la ruleta rusa con el revólver 
/lleno.
¡Contraten escolta a la paloma de la paz!





Envío

A Luis Ernesto Valencia

Tiene diez años
Y se pregunta:
¿Cuántas veces
Junto al planeta
Habré dado vuelta al sol?
Y se marea

De sólo pensarlo.





Papeles para leer en el retrete de
Michael Benítez Ortiz.
(Ediciones Con tinta ebria. Bogotá, 2014)


A continuación, podrán leer una entrevista realizada a Michael Benitez por la editorial BRUMA:

1/04/2015

César Cano: poeta




"La vida es mi arte, 
protección frente la muerte, 
así sin autorización vivo".
Jack Kerouac


Durante el mes de diciembre era muy común encontrarse a César Cano, poeta proveniente de Armenia, en los recitales, presentaciones de libros, charlas, bibliotecas, casas, parques y cafetines de Bogotá, incluso en Transmilenio, leyendo poemas, declamando y compartiendo su trabajo literario con el público más diverso.
Fue una experiencia agradable compartir con el vate que vino a afilar el sol de esta ciudad para sacarle chispas a las tardes capitalinas.
Con Tres poemas para sobrevivir en Bogotá, poemas que todos juntos forman una canción del grito subterráneo de los huesos, se presentó Cano en cuanto evento pudo. No desaprovechó oportunidad para compartirnos sus textos con el acento paisa que identifica a los cafeteros y con esa fuerza con la que vienen cargados esos versos que escribe con las entrañas, según parece. Se encontraba uno en una galería cultural, centro artístico, cafetín o taberna escuchando a algún orador, declamador o poeta y, de pronto, así no más de la nada, se hacía sentir la voz del vate cuyabro como un estruendo, entonces todo se quedaba en silencio y solo Cano alrededor en los oídos y en el aire, solo Cano:

"Pille mis manos, son soles de maíz que amasan el hambre
me las rompí fumando bazuco, las volví aluminio"


Yo acompañé a César a donde pude, lo llevé a los lugares que conocía y le mostré un poco esta Bacatá querida. Sus Tres poemas para sobrevivir en Bogotá aún me acompañan a volar sobre imágenes inesperadas, aún me llevan a fronteras no vistas y aún me muestran un poco de lo que verdaderamente puede ser un poema.
Pedro Alejo Gómez no sabe de lo que se perdió cuando echó a este poeta con manos como soles de maíz de la Casa de Poesía Silva. Quizá otro sería el trato para este versificador de provincia si le hubieran dicho a Pedro Alejo que Cano era familiar de Roy Barreras o algo así. Afortunadamente, él no es nada del senador y “poeta” Roy, quien es amigo del burócrata de la cultura que está al frente de la Casa Silva.

A muchos acá nos dejó gratamente sorprendidos el trabajo de César Cano. Espero que a ustedes también.




CÉSAR CANO: Armenia, 1994. Estudiante de Licenciatura en español y literatura de la Universidad del Quindío. Finalista del IV Concurso Regional de Cuento Humberto Jaramillo Ángel.




Tres poemas para sobrevivir en Bogotá



Poema I (o Afilé el sol,
salieron chispas e incendié la tarde)

Y solo tengo pájaros en los bolsillos
pero con pájaros no compro panes
Y ahora que está tan jodida la cosa en Colombia
no hay pan que eche a volar el hambre
Solo pájaros, solo plumas que caen de los ojos como lágrimas
●Y una calle interminablemente larga pasa por mi sangre
una calle por donde vagan niños silbando las canciones de su muerte●
Abrí mi pecho como cerrando una puerta
Abrí mi pecho como rompiendo una ventana
Todos los niños de Colombia tenemos unas alas enormes
unos dientes enormes y una boca vacía
Nos sentamos encima de los edificios
y esperamos que nazca nuestra madre
No lloramos, reímos  No nació la muerte donde nos sembraron puñaladas
No nació la muerte cuando nos rompieron los huesos
Nuestro cuerpo es una luna de canciones amarillas
No importa que tengamos las manos y la barriga llena de gusanos
Ayer me cortaron la cabeza y hoy digo que estoy vivo
Nos mataron y nacimos
Nos amarraron con alambre y llovimos púas desde el cielo
Éramos dioses con mocos en la cara
y ®e©reábamos el mundo con barro y agua sucia
ͼ Dijimos Mamá y nacieron las palabras ͽ
Җ Dijimos esta noche somos soles y nacimos una fiesta Җ


  



Poema II (o la piel retorcida de un niño

que es nuestro hijo y nuestro padre)


Pille mis manos, son soles de maíz que amasan el hambre
me las rompí fumando bazuco, las volví aluminio
las hice luces negras sobre el lomo de mi lengua
Porque apenas tenía nueve años cuando me quedé vacío
y me llené de humo y me llené de rabia
No azara que nadie me haya enseñado a echar flores por mi boca
que nadie me haya enseñado a nacer todos los días
Me quedaba muerto y masticaba mi cadáver
Vendía chicles, robaba celulares
Nadie me dijo Niño, sus ojos nubes y sus manos árboles
Sangré sobre este país de hipócritas y amantes
Sangré sobre este país de putas y aguardiente
۝
Nunca supe el nombre de mi madre
pero lo escribí con un cuchillo abierto sobre mi piel cerrada
۝
Mire, a lo bien que mis manos están agarrotadas de tantas veces destruir el mundo, de volverlo mierda, de cargarme en él. Mire que mis manos tienen tanta sed, tanto polvo de oxidarme los huesos. Pero quiero regalarle este incendio que tengo entre mis manos infantiles para que queme su dolor y su rutina. Sin mente, écheselo al fuego. Hágalo con fe. Queme sus ganas de morir y su trabajo. Le regalo este incendio para que haya luz y vea cómo me revuelco en las ruinas de las calles que usted camina a diario.

Para usted este incendio pequeñito
de pájaros palabras
de sueños y de alas

Regáleme usted un par de ojos
regáleme usted un pan caliente
una moneda

nunca aprendí a escribir
pero estoy vivo






Poema III (o canción del grito 

subterráneo de los huesos)



Mi mamá es muchas mujeres al tiempo y a veces la veo en la calle cuando no esperaba verla y está abrazando a otro pelao y yo siento su calor abrazándome como la noche pero en la noche la policía me mete a la cárcel y se orina encima de mi rostro y sus orines se confunden con mi llanto y sé que el amor de mi madre alimenta a su hijo en juegos de avionetas que se estallan y a mí se me pasa el hambre de tres siglos en la calle y hay una madre que es mi madre en cada madre y no es que yo sea un huerfanito sino que todas las mamás son la mía y antes de morirme de estirar la pata sobre las alas de las moscas siempre antes de morder los edificios pienso en mi madre que toma a su hijo y lo salva del mundo que es ese charco de babas y mordidas negras en mi cuerpo y siempre mi mamá me salva en otro, siempre mi mamá, siempre con sus brazos de tierra me siembra y me echa agua y me dice que soy una luz que parece una semilla y me pájaros volando sobre su voz de tajadas maduras y canciones amarillas
entonces me luna
me emplumo de algas
de mares rompiendo mi pecho mientras silencio sobre bocas de guayacanes 
/asoliaos 
Alucino un idioma de personas libélulas azules volando sobre un cementerio de ojos que se apagan cuando estoy en mi madre y no me caigo de mis sueños pero nunca estoy a salvo de las puñaladas que me pegan los relojes
Mi madre es cualquier dolor arrancado a palazos
Mi madre es este cielo que se cae sobre mí y me desnuca y me parte colibríes en los dientes Envuelvo frascos de pegante en hojas de eucalipto y se las mando a mi mamá para que me perdone por haber nacido muerto ((no fue mi culpa mamá no fue mi culpa))
Yo cuando estuve viejo me encerré en mi pecho y le puse alas a las llaves
Pero el hambre es mi canción
el hambre es un nido calientico
El hambre es esas nubes incendiadas que escriben el poema
y mi mamá en otro lado le cose oraciones a las manos del Dios que tengo 

/entre los ojos
para que yo no me queme y esté vivo y la ame aunque no la tenga
aunque este país sea una piedra que me rompe la cabeza




Tres poemas para sobrevivir en Bogotá. César Cano. Ediciones Chirriar.
Armeia, 2014.



Ñapa


Porque acá la joda es así
usté viene y baila y canta
y nosotros que sí que caigamos
tan alegre que está todo
tan jodido y tan alegre que está todo
pero no importa
bicos in Colombia wi espik in inglish, parce
y las amapolas nos bailan en los dientes
y las muchachas nos polvo de plumas en los ojos
Ay, que este país es tan bonito
todo lleno de muertos…pero de la risa
y vivos muertos que se cayeron de la cama
y se sacaron chichones azules llenos de gusanos
Eso, parece de ahí
bailemos encima de estas nubes
más blancas que una yuca,
mire, mire la cara de Dios en el jengibre



Fotografía del Colectivo Pulso Poético.
César Cano en Punto Theca, Bogotá.