6/12/2017

Marco Fidel Suárez



La casa bocarriba

La casa se cae y todo se lo lleva, todo lo deshace, todo lo consume.
No hay nada en pie, ni piedra sobre piedra que sostenga el desamor
ni lánguidas columnas que resistan el tedio y la rutina de los días.
No hay espejos en la infancia, ni cascabeles, ni campanas.
Las perillas se deshacen en mis manos y todo se reviste con el manto /de la noche. 
Todo se derrite.
Se deshacen las ventanas con sus tardes presurosas; se derrumban 
los paisajes con sus días de blancura y sus tardes en el suelo
sus tardes calurosas. La casa queda sola. 
Sola con su sala sin descanso y su cuerpo sin aliento. 
Sola sin nadie que la barra que la corra o la descubra.
No hay huellas, 
no hay rincones, 
no hay alfombras rescatadas por las velas en las altas horas 
de la madrugada sin brillo, ni dulzura, ni baldosas que sostengan los /pasos inaudibles. 
El mundo se quedó sin música cuando se quebraron todas las ramas /de los árboles.
No hay aves ni cerezos sobre los tejados. No hay auroras.

Alguien roza nuestras piernas cuando caminamos hacia el baño. 
Alguien llama a la ventana esperando que le abran. 
Alguien cae sobre el regazo de la noche presionando nuestro pecho. 
Alguien toca nuestros hombros pretendiendo que le miren.
Los sentidos tratan de engañarnos 
pero bien sabemos que los que sobrevivimos al sepulcro ya fuimos /derrotados:
los recuerdos y las fotografías son otra manera del exilio, quizás la /más hiriente.
El otoño es una parte de la música; la tormenta es la otra cara de los /llantos.
El tronco sin frescura es un epitafio que le nace a nuestra casa en la /mitad del patio.
Los pasillos son interminables cuando no se tiene a nadie que nos /llame.
La casa cae si no hay felinos que la habiten. Cae si no hay nadie que /nos diga.
Los maullidos, cuando son recuerdos, no sostienen las paredes de la /bruma.

Antes de que el frío de la tierra perforara nuestros ojos
antes de que la neblina agrietara nuestro cuerpo solitario
vino a nosotros un silencio y nos abrazó con fuerza.
Entonces lo sabemos: un mundo nuevo ha comenzado 
uno muy incierto, un más difícil, uno sin tu aliento.






5/19/2017

Flores para un ocaso en inglés


Poemas del libro Flores para un ocaso traducidos al inglés. Versiones de Andrés Camargo y Mauro Lepore.



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Flores para un ocaso



Nada será como antes
nada
y nuestros pasos de niño
habrán de llorar nuestra partida.

                            Fredy Chicangana




NO VALEN el cielo,
el alba, las estrellas.
Ya desperté.



IT’S NOT WORTH the sky
The dawn, the stars
I already woke up.


***


LA HOJA que cae,
el río corriendo,
algún secreto esconden.



THE FALLING leaf
The river running
Some secret they hide.



***


EN LA CARACOLA
se oculta
el secreto de las olas.



IN THE SHELL
Is hidden 
the wave´s secret.




***


UN PÁJARO en lo alto
surcando el cielo.
El poema perfecto.




A BIRD in the highest 
through the sky
the perfect poem.


***


TE BUSCO, te busco
pero no estás.
Ningún poema te nombra.




I LOOK FOR YOU,  i look for you 
But you are not there
Any poem names you.



***


PISA el hombre.
Asalta su sombra.
¡Zaz! Viento que perfora




TREADS the man
Assaults the shadow
Zaz! A punching wind.


***


MUEREN diez hombres,
mueren cien ¡caen mil!
El arte de la guerra.



TEN PEOPLE die,
Hundreds die, thousands fall! 
The art of war.



***


ESE que cae,
¿Es otro muerto
o la sombra del anterior?



THE ONE WHO FALLS 
Is there  another dead body
Or the shadow of the last one?


***


UN MUERTO acá,
otro allí:
El rompecabezas de la guerra.




ONE DEAD body here
Another there
The puzzle of war.


***


AL CAER una persona
cae una hoja.
Que no caiga el árbol.


Versiones de Andrés Camargo y Mauro Lepore.

4/30/2017

Flores para un ocaso en Francés

Poemas del libro Flores para un ocaso traducidos al francés. Versiones de Mauro Lepore.


Flores para un ocaso. Edición de Piedra de Toque. Bogotá, 2016.



Flores para un ocaso



Nada será como antes
nada
y nuestros pasos de niño
habrán de llorar nuestra partida.

                            Fredy Chicangana




NO VALEN el cielo,
el alba, las estrellas.
Ya desperté.


Ne valent plus le ciel,
l’aube, les étoiles.
Je me suis dejá reveillé.


***


LA HOJA que cae,
el río corriendo,
algún secreto esconden.


La feuille qui tombe,
le fleuve qui coule,
ils cachent des choses.


***


EN LA CARACOLA
se oculta
el secreto de las olas.


Dans la conque
se cache
le secret des vagues.



***


UN PÁJARO en lo alto
surcando el cielo.
El poema perfecto.


Un oiseau dans là haut
dans les airs.
Le poème parfait.


***


TE BUSCO, te busco
pero no estás.
Ningún poema te nombra.


Je te cherche, je te cherche
vous n'êtes pas ici.
Aucun poème pour vous


***


PISA el hombre.
Asalta su sombra.
¡Zaz! Viento que perfora


L´ homme marche.
Atteint son ombre.
¡Zaz! Le vent qui perce.


***


MUEREN diez hombres,
mueren cien ¡caen mil!
El arte de la guerra.


Des milliers meurent,
des centaines meurent.
¡des milliers tombent!
L´art de le guerre.



***


ESE que cae,
¿Es otro muerto
o la sombra del anterior?


Ce qui tombe
est un autre cadavre
ou l´ombre de ce qui précède?


***


UN MUERTO acá,
otro allí:
El rompecabezas de la guerra.


Un mort ici
une autre à cet endroit.
L'énigme de la guerre.


***


AL CAER una persona
cae una hoja.
Que no caiga el árbol.


Quand quelqu'un tombe 
une feuille tombe. 
Ne laissez pas tomber l´arbre.


***


SE VA el otoño.
Llega el verano.
Otra guerra se olvida.


L'automne disparait .
L'été arrive. 
Une autre guerre est oublié.


***

DONDE HUBO hombres,
cenizas quedan.
Cenizas, nada más.


Où il y avait des hommes
il ne resy que des cendres.
Cendres, rien de plus.


***


YA SE ACABÓ. Arden
las manos, el alma.
Cerré muchos ojos.


C´est fini.
Les main brule.
J´ai fermé beaucoup d´yeux.



***


MILES partieron
–no sé cuántos–,
miles que ya no volverán.


Des milliers sont parti
je ne sais pas combien.
Des milliers qui ne reviendront plus.


***


DESPUÉS de la guerra
sólo silencio
y cuerpos y nada.

Aprés la guerre
seulement silence
e corps e rien.

***


¿Y si al despertar
nota que debió seguir
allí, soñando?


Et si qu´au réveiller
Il est qu'il doit continuer
avec votre sommeil?


Versiones de Mauro Lepore.


Flores para un ocaso. Edición

de Piedra de Toque.


4/06/2017

Creación literaria en el Colegio Van Leeuwenhoek

Durante el mes de abril se realizaron diversos talleres de creación literaria en las instalaciones del Colegio Van Leeuwenhoek, ubicado en el barrio San Pedro de Tibabuyes, localidad de Suba (noroccidente de Bogotá). En dichos talleres, dirigidos a la comunidad educativa del mismo plantel, se trabajó la obra de autores como Jairo Aníbal Niño, Sergio Gama, Julio Daniel Chaparro, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda y Leandro Sabogal.

Fragmento de la canción
El bus,del dúo Dela Vitt.
 

En este taller de creación literaria los estudiantes tuvieron la oportunidad de idear sus propios textos poéticos. A continuación, presentaremos algunos de ellos.

Poema para el viento

Eres lo más lindo.
Eso eres.
Lo que he esperado 
desde siempre
y siempre he esperado a que regreses.

Porque solo pensaste
en marcharte
y dejarme aquí
extrañándote.

Leidy Paola Penagos Ariza, 9°



El sonido de tu silencio

Aquel sonido que no puedo evitar
es el sonido de tu silencio.
Es el que me hace llorar,
ver mis tristezas.
Para qué quiero los mares
si mi barco se hundirá.
Aunque pasen mil silencios
pronto se que me hablarás.

Samuel David Granados Piñerez, 6°


Cadáver exquisito realizado por los estudiantes Nicolás Rodríguez, Miguel Ángel
Cruz, Carlos Carbonó, Alan Tequia (todos ellos de 7°) y Michael
Echeverry Ortiz y Jhonatan Basilio Betín (de 8°).

El fútbol

El fútbol es cuando yo juego.
Es como se siente hacerle un gol al Sol.
Es como si volara. Como si le ganara a un jaguar.

Emmanuel Fuentes Sánchez, 2°

Poema El fútbol de Emmanuel Fuentes Sánchez de 2°.

El tejado

Mi tejado está cantando.
El gato está maullando en la noche.



El cantautor y poeta, Leandro Sabogal, también hizo parte de estos talleres ofreciendo un concierto en el Colegio Van Leeuwenhoek. Aquí, una pequeña parte del mismo: https://www.facebook.com/omar.garzonpinto/posts/10155302773211664?pnref=story


3/13/2017

Monólogo del San Juan de Dios



 Hoy ha dado a luz mi sombra.
Como ayer, como antier, como mañana
hoy también ha dado a luz.
No fueron condenadas mis paredes a la hoguera,
ni mis puertas destinadas a ser la balsa de los náufragos.
No se han hecho cruces con las podridas vigas de mis cuartos
ni se han pasado a la guillotina los ausentes.
No son estas las camas de tortura a la espera de las víctimas del Cóndor
ni son los marcos de las ventanas la horca de los médicos.
Tal vez si yo fuera las ruinas de Pompeya o las vitrinas del azar.
Quizás si contuvieran estos vidrios los gemidos de una puta
no se sentaría en mis sillas la miseria. Pero nada de eso pasa.
A ninguna de esas penas fuimos sometidos. Sin embargo
ser comidos, poco a poco, por el signo negro de los años
ser enterrados lentamente por el delgado polvo de los tiempos
a eso fuimos condenados. Somos una huella negra en medio de la plaza.
Por la calle pasan los habitantes que ya no nos observan
porque mis paredes son la voz agonizante que se olvida
y mis ladrillos, la higuera muerta que se seca

en un mes lluvioso que nadie nombra.



Hospital San Juan de Dios. Bogotá, Colombia.




Hospital San Juan de Dios. Bogotá, Colombia.
Fotografías tomadas de la circulación libre en Internet.

Al otro lado de Quiba están el negro, el gris y la ceniza


Quiba, que en Chibcha significa “Bosque Hermoso”
y también “Mirador”, permite ver algunos de los árboles
nativos que han dado sombra a través de los siglos…
Jorge Rojas

Las sombras que suben y bajan por las laderas forman la cicatriz que el sol /no alcanza.
De madrugada, muchos de nosotros bajamos entre luces débiles y con algo /de temor:
En algún momento nuestras piernas se volverán el llanto de los ríos en el /alba;
Y sí, a veces siento el quiebre de mis rodillas como el tronco que cae de /repente.
Quisiera pensar que los niños que caminan por las derrotas empinadas
serán el testimonio de la hierba que escapa de las grietas rojas del asfalto.
Aquí arriba, en la tierra del olvido, cada triste pan nos sale muy costoso.
Tal vez por eso no recordamos cómo es el ocaso y cómo el aire en las /mañanas.
Cada mísero bocado en verdad es muy costoso:
El rostro alto de los hombres que tapan el cielo cuando nos miran desde /arriba
la mañana oscura de los seres que amamos con el deseo y la mirada brumosa
la rara sensación de no reconocer el abrazo de los niños apenas en la puerta
los ojos entreabiertos que no ven la realidad porque la jornada siempre es /larga…
En fin, la incertidumbre, el olvido, la soledad, el esperado canto de los /gallos:

De eso están hechas las cumbres nubladas y el atajo oscuro de 
/Ciudad Bolívar.

Panorámica de Bogotá desde las cumbres de Ciudad Bolívar en el marco
de una salida de campo a Quiba con los bellos estudiantes de un colegio
ubicado en el barrio El Tesoro y en el cual di clases hace algunos años.

2/16/2017

Versión de Cien años de soledad de Salomé Matamoros Pinto, de dos años.



Que una vez una niña en el parque y llegó otra niña y voló.









El gato saltador


Un día el gato se encontró una montaña, se fue saltando hasta que cayó en un hueco y entonces se dobló el brazo y le dieron dos días de incapacidad.






Cuento de Samu Lozano. Grado 1º. Liceo Hypatia.