8/09/2014

Jaime Londoño



Jaime Londoño es escritor, editor y profesor universitario. Organizó, junto con otros poetas, el Primer encuentro de niños poetas colombianos. Promovió el Segundo encuentro de estudiantes de letras y ciencias sociales. Libros de poemas: Hechos para una vida anormal (1997), Alquimistas Ambulantes (2001), Mago sólo hay uno (2003) y Fantasmas S.A (2007). De historia: Epitafios: algo de historia hasta esta tarde pasando por Armero. Compiló Antología Domingo Atrasado, en la que recoge las voces de algunos poetas jóvenes. Libros de texto: Competencias escriturales de prejardín a once. Coordinó para la Casa de poesía Silva talleres dirigidos a los niños de los colegios distritales. Dirige la Editorial Domingo Atrasado y el Departamento de educación continuada para la Universidad F.I.T. Tiene un taller de poesía gratuito desde hace 10 años los domingos a las 3 pm en el parque de Usaquén.

E-mail: federico_condor@hotmail.com







Ángel de la guarda

Si no sufres de hambre
si no pasas horas enteras
midiendo el vacío a tu alrededor
si no te importan los fracasos
los caminos minados
si las distancias no te afectan
si no tienes frío
si lo mismo te da
un callejón o un apartamento
si no sientes dolor

Si tus heridas son de aire
qué te importa la vida
no te cortan los servicios
no te embarras en los charcos
ni te espichan en el bus
ni te enamoras
ni te embriagas
ni sabes soñar despierta

Ángel de la guarda
sé por qué sólo buscas compañía





Muerte I

En algún lugar del ataúd la muerte escribe versos
ve por las ranuras la procesión de los gladiolos
toma café
se mira al espejo
en los agujeros de la madera
descifra constelaciones y galaxias
toma brandy
hace bolas de humo
cuenta sílabas y espía por el ojo de la cerradura
la labor ingeniosa de la hormiga

En algún lugar del ataúd la muerte siente frío
está sola
camina en círculos
se calienta los brazos
acaricia las cortinas púrpuras
y siente que la nostalgia camina tras su sombra
en algún lugar del ataúd la muerte llora
está pensando en cambiar de oficio





Muerte II

Por nuestras venas no corre sangre
sino óxido
ríos de tiempo erosionan las rocas
de nuestras vidas

Por nuestras venas
corren cosas viejas
una noche de miedo
un paseo por el bosque
los juegos que se quedaron atrás

Por nuestras venas corre niebla
espacios abiertos llegan a los ojos
cuando estamos tristes
para que lloremos
Por nuestras venas corren voces
sonidos que estallan cuando llegan a la 
/boca
para que cantemos cuando estemos 
/contentos
o gimamos
cuando estemos lejanos

Por nuestras venas corren enanos con 
/destornilladores
nos aflojan la piel
los ojos
los recuerdos

Cuando terminan
quedamos desparramados en una caja

Por nuestras venas
corre la muerte





Poesía

La poesía es un oráculo:
ten cuidado al leerla en voz alta,
ten cuidado al interiorizarla,
no le des ese pan a la memoria,
y sobre todo,
cuida lo que dices
cuando te lances a esgrimir versos,
que la poesía es un oráculo terrible,
así como da la vida,
da la muerte.





Gallinas


I

El huevo es el centro del universo,
casi todos gustan que les den huevo,
lo costoso vale un huevo,
la cautela enseña a ir como pisando huevos;
hay vidas que tienen huevo,
los proyectos precisan huevos,
quien no logra su meta es una hueva.

II

La vida nos ampolla,
y cuando rompemos el cascarón
nos pica la desdicha;
las meseras culecas nos ayudan a clavar el pico,
sus picos nos sacan de la pollería de la rutina;
hay quienes no siguen la gallina gorda de la 
/norma,
son los picados gallos de pelea o los pregoneros de la 
/luna.

III

Como buenos herederos de las gallinas
de nada armamos una empolladura
organizamos cócteles y nos gusta el arte:
una galería es una gallera en silencio;
la mayoría busca pollitas que píen
y sepan empollar la polla.
Algunos cloquean a solas
buscan las respuestas en el granero del universo.

IV

Somos tan gallinas
que el gavilán de la muerte
nos saca corriendo del gallinero.






No hay comentarios:

Publicar un comentario