Mi vida se había parado- un Arma Cargada...
Mi vida se había parado- un Arma Cargada- 
en los Rincones- hasta que un día 
el Dueño pasó- me identificó- 
y me llevó lejos-
Y ahora vagamos por Bosques Soberanos - 
y ahora cazamos a la Cierva- 
y cada vez que hablo por él- 
las Montañas contestan diligentes-
Y sonrío, tal luz cordial 
sobre el resplandor del valle- 
es como si una cara Vesuviana
hubiera dejado su voluntad a su paso-
Y cuando en la noche- acabado nuestro buen día - 
guardo la cabeza de mi amo- 
Es mejor que haber compartido 
la profunda almohada de plumón-
De Su enemigo - soy enemigo mortal- 
ninguno se agita por segunda vez- 
en quién pongo un ojo amarillo- 
o un pulgar enfático-
Aunque Yo así como él - podamos vivir largamente 
él debe vivir más -que Yo- 
porque yo tengo el poder de matar,
Sin -el poder de morir-
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario