12/22/2012

Henry Alexander Gómez


Georg Trakl en el ocaso

Un rostro púrpura se ciñe al rostro de la noche
El espíritu oscuro de los bosques, las sombras /venenosas,
el grito moribundo de los guerreros otoñales,
cubren de opio el azulado cuerpo del espino.
Aletean los murciélagos al rededor del joven que /sueña.
Se escucha un lamento crepuscular.
El niño Elis le besa la frente sangrante
y la hermana juega con alcoholes mortíferos,
deambulando entre los catres del centro /hospitalario.
Qué luna mas amarga. Cuánto silencio existe
en el canto último del mirlo.
Tierra negra amasa una música nocturna
y se extingue un corazón huérfano de flores /amarillas.
La tumba guarda a los ángeles caídos;
un venado azul corre en deliro a la primavera.

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